» Orden de Montesa » Antecedentes históricos
Introducción:
Las Ordenes Militares de Caballería tuvieron su origen en la edad media, durante el siglo XII, al surgir una fuerte corriente de religiosidad de la cristiandad, dirigida hacia los Santos Lugares.
Las Ordenes Militares, que aparecen en España durante el siglo XII, Santiago en 1161, Calatrava en 1158, y Alcántara en 1156, siguen con exactitud el modelo y espíritu que emana del ejemplo seguido por las Ordenes Militares europeas con origen e implantación en Tierra Santa.
Las Ordenes Militares, siguiendo el modelo de San Bernardo, fueron la resultante de una auténtica vocación religiosa de servicio a la Iglesia, con la ampliación de su vocación aplicada a la resolución del gravísimo problema que vivieron los reinos de España en su lucha de reconquista y de recuperación de territorios, e implantación de nuevo de la religión cristiana con lo que en aquella época significaba como modelo de desarrollo espiritual y de desarrollo de las relaciones entre los pueblos, su seguridad jurídica y bienestar de las personas; es decir el desarrollo del modelo judeo-cristiano.
El Caballero, no es un mero combatiente a caballo, sino que profesaba un estado de vida permanente regido por la Regla de la Orden y las llamadas Leyes de la Caballería. Ser armado Caballero, significaba recibir el Orden de Caballería e incorporarse a un estado de vida comprometido con una manera de ser, de pensar, de sentir y de actuar.
Son estos caballeros, como decimos, los que dando un paso más se agrupan y organizan en esta milicia, dando origen formal, con el apoyo de los Reyes y posteriormente con el de la Santa Sede, a las que hemos dado en llamar Ordenes Militares de Caballería y que todavía perduran en España.
Debemos terminar estos apuntes históricos, afirmando con rotundidad, que, las Ordenes Militares Españolas de Santiago, Calatrava, Alcántara y Montesa, están viviendo en la actualidad, unos momentos de esplendor, serenidad y esperanza, al servicio de la Iglesia Católica y de la Corona de España, bajo la dirección del Presidente del Real Consejo, el Infante Don Carlos de Borbón-Dos Sicilias y el rotundo apoyo del Gran Maestre de las Ordenes Militares, nuestro Rey Juan Carlos I, al que Dios guarde muchos años.