Fundada en año 1156
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Orígenes:
Los orígenes de la Orden de Alcántara, según el cronista del siglo XVII y Prior de Alcántara Alonso de Torres y Tapia, tienen sus días fechados en 1156. En el reinado de Fernando II de León, un grupo de caballeros de Salamanca, a cuyo frente estaba don Suero Fernández Barrientos, se establecieron cerca de un pequeña Iglesia en el Pereiro, a orillas del Río Coa, con devoción a San Julián, y adoptan el nombre de Orden de San Julián del Pereiro. Fue confirmada como Orden de Caballería por Bula del Papa Alejandro III de 1177.
El Pontífice Lucio III en 1183 la pone bajo custodia directa de la Santa Sede, en estos tiempos acrecienta sus privilegios y propiedades, colaborando activamente en la reconquista de España. En 1218 la Orden de San Julián se vincula a la Orden de Calatrava que le cede entre otras posesiones la villa de Alcántara de la que tomó el nombre actual.
La Orden participó gloriosamente en la Batalla de Arganal contra los portugueses, en la victoria de Ciudad Rodrigo contra los almohades, y en la toma del Castillo de Almeida en auxilio de la Orden de Santiago. Ganó en Extremadura entre otras ciudades: Valencia de Alcántara, Trujillo, Magacela, Zalamea y Medellín. Finalmente en los S. XIV y XV, tras aumentar sus conquistas por Extremadura y Andalucía, participó en las luchas civiles de Castilla y se destacó en la toma de Granada.
Los territorios Alcantarinos se extendían principalmente por la mitad oeste de la actual provincia de Cáceres y por las comarcas de la Serena y la Siberia en la de Badajoz, teniendo también posesiones en otras partes de la península como eran Alcantarilla o Morón.
Sus fines originales eran y son la Defensa de la Fe, el Culto Divino y la Santificación Personal. Los Freyres o Caballeros profesos, siguiendo la regla de San Benito, adquirían los votos de pobreza, obediencia y castidad, pero por bula de Paulo III de 1540 se les facultó para poder casarse y testar.
Desde su creación ha cumplido honrosamente sus objetivos ya sea en tiempos de guerra como de paz.
Además de los tres fines ya mencionados, la Orden de Alcántara hoy, dejando a un lado su activa vocación guerrera, mantiene abiertamente la defensa del catolicismo, asisten sus miembros en capítulo a festividades eclesiásticas, oficios divinos, ejercicios espirituales y retiros. La defensa de la familia tradicional católica está entre sus prioridades.
La Orden actualmente, tiene dos nuevos fines: el Benéfico-Social y el Histórico-Cultural. Para lograr el fin Benéfico-Social, participa en las labores encargadas por el Real Consejo y sus fundaciones. Con un claro fin Histórico-Cultural mantiene vivas sus tradiciones nobiliarias, conserva y aumenta su archivo como parte de la memoria viva de España, y junto al Real Consejo realiza publicaciones, estudios y conferencias. Así mismo colabora entre otras, con la fundación San Benito de Alcántara y la fundación Marqués de Dos Aguas.