Las Ordenes Militares españolas hoy

» Real Consejo de las Ordenes Militares » Antecedentes históricos

a) El Real Consejo

Esas cuatro ordenes siguen navegando por el difícil curso de la historia con dos características comunes: el hecho de que S.M. el Rey sea Gran Maestre de las cuatro y administrador perpetuo por delegación apostólica y el hecho de pertenecer al Real Consejo de las ordenes Militares, una institución que es una de los últimos descendientes del sistema de Consejos por el cual se gobernaba la monarquía hispánica en tiempos de los Austrias. Este Real Consejo, integrado por miembros de las cuatro ordenes actúa como su órgano de gobierno y coordinación entre ellas. Es el encargado de aprobar los expedientes de admisión de nuevos caballeros, y junto con los capítulos generales, regular las actividades de las mismas. Actualmente consta de ocho Consejeros, dos por Orden, un Secretario, un Consejero-Fiscal y un Decano-Presidente, todos ellos nombrados por S.M. el Rey. También asisten un informante por Orden para revisar los expedientes de ingreso de los nuevos caballeros. Por último, por cuestiones organizativas, también asisten, sin voto, los secretarios de cada una de las cuatro Ordenes. La forma jurídica del Real Consejo de las ordenes Militares es actualmente la de una Federación de Asociaciones.

b) Organización de las Ordenes Militares en la actualidad

Las Ordenes Militares Españolas continúan manteniendo una organización básicamente idéntica a la que tenían durante el antiguo régimen con las siguientes salvedades: a resultas de las desamortizaciones del siglo XIX los freires conventuales de todas ellas han desaparecido, así como la rama conventual femenina de la orden de Alcántara. Las ordenes de Santiago y Calatrava todavía continúan teniendo monjas comendadoras (la orden de Montesa nunca las tuvo): la de Santiago tras conventos, uno en Granada y otro en Madrid y otro más en Toledo, y la de Calatrava en Burgos y Moralzarzal (Madrid). Sin embargo, aunque conservando muchos lazos, las ramas femeninas de las Ordenes Militares, a consecuencia del devenir histórico, son básicamente independientes. Actualmente se organizan en dos federaciones de conventos, una de comendadoras de Calatrava y otra de comendadoras de Santiago.

Los caballeros se dividen en dos clases: novicios y profesos. Los novicios son aquellos caballeros recién cruzados en la ceremonia de toma de hábito que, tras un año de permanencia en las Ordenes y tras pasar unos Ejercicios Espirituales organizados por el Real Consejo (en sustitución de los tres meses que antiguamente habían de pasarse en un monasterio de sus respectivas Ordenes), toman sus votos definitivos y pasan al estado de profesos.

Los votos a los que todos los caballeros deben someterse son los siguientes:

  1. Castidad conyugal: sustituye al antiguo voto de castidad que tenían los caballeros en la Edad Media, excepto en la Orden de Santiago que nunca lo tuvo. Este voto fue sustituido en siglo XVI por el de castidad conyugal gracias a la llamada “bula del casar” .
  2. Obediencia a su respectiva orden.
  3. Pobreza: a raíz de la “bula del casar” se entendió este voto como pobreza de espíritu, así como no realizar gastos suntuarios excesivos. Antiguamente, hasta 1931, se exigía, como remanente de este voto, a los caballeros manifestar al Gran Maestre su estado de riqueza. Actualmente las ordenes entienden que este requisito se cumple al realizar las declaraciones de Renta y Patrimonio.

Dentro de los caballeros profesos hay una serie de dignidades, que son los cargos más importantes de las ordenes. Suelen recaer en los caballeros que más tiempo llevan con el hábito y su nombramiento depende, en general, del Rey a propuesta del Real Consejo o de la propia Orden. Las  principales dignidades son las siguientes:

  • En la Orden de Santiago:
    1. – Comendador mayor de Castilla, actualmente ocupado por S. A. R. el Príncipe de Asturias.
    2. – Comendador mayor de León.
    3. – Comendador Mayor de Montalbán,
    4. A parte de estas tres dignidades e incluidas en ellos, existe otro cargo en la Orden de Santiago que es el de “Trece”. Los Trece son la cabeza de la Orden y representan los primitivos trece caballeros fundadores.
  • En la Orden de Calatrava: – Comendador Mayor
    1. –    Comendador Mayor de Aragón.
    2. –    Clavero.
    3. –    Obrero.
  • En la Orden de Alcántara: – Comendador Mayor.
    1. –    Clavero.
    2. –    Alférez.
    3. –    Comendador de Castilnovo (es cargo de la Orden, pero no dignidad)
  • En la Orden de Montesa: – Lugarteniente General.
    1. –    Clavero Mayor sustituto del Lugarteniente General.
    2. –    Alférez y Comendador de Alcalá de Gisbert.

Actualmente la Orden de Santiago cuenta con 69 caballeros, la de Calatrava con 81, Alcántara 47 y Montesa con 60 haciendo un total de 257 caballeros.

Hay una gran diferencia entre la Orden de Santiago y las otras tres en cuestiones rituales y de culto, derivadas del hecho de que la Orden de Santiago se rige bajo la Regla de San Agustín, siendo las otras tres cistercienses. Los hábitos de las Ordenes Cistercienses se componen del escapulario, con su cruz sobre el pecho, y del manto de coro o capitular. Este es igual en la forma para las Ordenes de Calatrava y Alcántara con la diferencia de que cada cual lleva su propia cruz. El manto de Montesa es diferente pues lleva dos picos terminados en borla que se llevan sobre los brazos. En la Orden de Santiago todo el hábito es de un solo cuerpo, que se abrocha por detrás. Las dignidades llevan el birrete de color negro, con los vivos y el borlón de color rojo, las de las Ordenes de Santiago, Calatrava y Montesa, y de color verde las de Alcántara. Los caballeros profesos, llevan el birrete blanco y los vivos y el borlón a semejanza con las Dignidades. En los Novicios de todas las Ordenes los vivos del birrete y el borlón son de color blanco. Los cordones son similares en las Ordenes de Santiago, Calatrava y Alcántara, siendo los de Montesa partidos y se abrochan sobre el Manto.

Los requisitos necesarios para poder profesar son el de llevar de novicio un año, y realizar unos ejercicios espirituales de los que anualmente convocan las Ordenes.

c) Bienes de las Ordenes Militares.

Tras las desamortizaciones del siglo XIX a penas le han quedado bienes materiales a las Ordenes Militares españolas. El Real Consejo fue entregando en depósito toda la documentación que poseía en sucesivas tandas al Archivo Histórico Nacional hasta 1931, quedando tan solo su Biblioteca, de gran interés histórico, que esperamos próximamente abra sus puertas a los investigadores. También el Real Consejo ejerce el patronato de una fundación, la Fundación del Hospital de Santiago, que a su vez posee el Hospital de Santiago de Cuenca,  dos dehesas y un pinar en esta provincia, cuyos ingresos van a parar a la citada Fundación. Este Hospital y las tierras adjuntas pertenecieron a la Orden de Santiago hasta 1877 en que se las hizo depender de una Fundación del Real Consejo para una mejor protección de estos bienes. Las cuatro Ordenes actualmente carecen de bienes, si exceptuamos los documentos entregados al depósito del Archivo Histórico Nacional durante los dos siglos pasados, así como una serie de elementos suntuarios y de culto

d) Actividades y fines actuales de las Ordenes Militares.

Los tres fines tradicionales de las cuatro Ordenes Militares españolas son los siguientes:

  • Culto divino
  • Defensa de la fe
  • Santificación personal

Las Ordenes intentan cumplir estos fines mediante la celebración de sus ceremonias religiosas tradicionales y la atención pastoral a sus miembros

A estos tres se suman dos dados recientemente por el Obispo de Ciudad Real y Prior de las Ordenes Militares, Monseñor Torrija :

  • Un fin benéfico
  • Un fin histórico-cultural

También dentro de estos fines comunes se ha de subrayar la vocación hospitalaria de la Orden de Santiago.

Las actividades benéficas que realizan las Ordenes son las siguientes:

  • Las Órdenes son los Patronos del Hospital de Santiago en Cuenca. Institución que tiene su origen en el año de 1182, al donar unas casas, los Caballeros D. Tello Pérez y D. Pedro Gutiérrez, al primer Maestre de la Orden de Santiago Frey D. Pedro Fernández. En un principio destinaron la fundación a restablecimiento de cristianos rescatados del cautiverio de los árabes, y hacia 1250 se transforma en Hospital para enfermos y peregrinos siempre bajo la tutela de la Orden de Santiago. Desde el 25 de Octubre de 1877 viene administrando el Hospital, bajo la supervisión del Real Consejo de las Ordenes Militares, la Congregación Religiosa de  las Hermanas Hijas de la Caridad, labor que desempeñan con mucho tesón, gran amor y singular eficacia, siendo en la actualidad una residencia de ancianos, con una capacidad de 118, muchos de ellos en fase terminal. En la actualidad funciona bajo el nombre de “Fundación Hospital de Santiago”, de la cual es Alto Patrono con carácter honorario S.M. el Rey.
  • Conscientes de la escasez de vocaciones religiosas, se han establecido becas de diversa cuantía en los seminarios de los territorios matrices de Ciudad Real y Uclés.
  • Se presta apoyo económico y de todo orden al Convento de las Comendadoras de Santiago.
  • La Orden de Santiago colabora en el sostenimiento de albergues de peregrinos en el camino de Santiago.
  • La Orden de Montesa colabora con la ONG PROYDE en proyectos en Eritrea buscando un fin Ecuménico.
  • La Orden de Alcántara colabora con la Fundación San Benito de Alcántara.
  • La Orden de Calatrava apoya al convento de Cistercienses Calatravas de Moralzarzal, y a la Iglesia de las Calatravas de Madrid.

Respecto al fin Histórico-Cultural las ordenes intentan cumplirlo realizando las siguientes actividades:

  • La firma de un convenio cultural entre el Real Consejo y el Instituto de Estudios Manchegos de Ciudad Real, en virtud del cual se organizaron las Primeras Jornadas de Historia de las Ordenes Militares, que consistieron en un ciclo de conferencias celebradas en la Torre de los Lujanes de Madrid, las cuales han sido ya publicadas.
  • Participación de la Orden de Calatrava en el Congreso sobre Mística Cisterciense celebrado en Avila en 1998 con motivo del IX Centenario de la Fundación de la Orden de Císter y en el que  se expuso una muestra de objetos de las Ordenes.
  • Colaboración con el Instituto de Cultura Militar en el ciclo de Conferencias que organizó el mencionado Instituto en otoño de 1998.
  • Se han establecido becas para Doctorados en temas de Ordenes Militares.
  • Se ha acometido un plan de catalogación e informatización de la Biblioteca de las Ordenes, y se pretende que en el futuro pueda ser consultada por historiadores e investigadores.
«Extractado de   Sánchiz Alvarez de Toledo, Hipólito:   Aportes: Revista de historia contemporánea, ISSN 0213-5868, Año nº 21, Nº 62, 2006 , pags. 143-161″. ,»con permiso del autor»
Quieres compartirlo?